Mi esposa se propuso matricular nuestro vehículo modelo 1994 a carburador, nunca hemos tenido problemas pero para asegurarnos, siempre verificamos en una mecánica particular que los parámetros de combustión estén dentro de rango, de igual manera procedimos esta vez, pero el carro no pasó la revisión dos veces por supuesta mala emisión de gases, todo un día perdido. Una semana después tomé la posta, primero fui a la mecánica particular a reclamar, ahí me confirmaron y pude constatar que los parámetros estaban bien y que no hacía falta ningún ajuste, al día siguiente salí de mi casa a las 06:00 para aprovecharlo al máximo y porque tenía pico y placa, después de vencer una larguísima cola y cargado de nervios llego a la tercera y penúltima revisión; sorpresa, pasó sin ningún problema y sin haber hecho ningún cambio. Sigo con el capítulo de la matriculación, no tengo papeleta de votación porque trabajo fuera de Quito, en la ventanilla me dicen que mi papeleta de presentación no sirve por caduca, me dirijo a sacar un certificado de votación actualizado que lo consigo sin problemas, para continuar con la matriculación llego al nuevo puesto en el ex aeropuerto casi a las 13:00, después de una larga espera de más de dos horas y media, ya sin paciencia, molesto, cansado y con hambre por fin culmino, eso creía. Llego a mi casa, me apresto a archivar los documentos y me doy cuenta que me han entregado el certificado de circulación de otro vehículo. Mañana será otro día, la odisea continúa.