En la tierra del nunca jamás se ofreció no volver a avergonzar al país. La compra y venta de votos en la Función Legislativa con dinero, puestos o influencias que movía la balanza a favor de tal o cual propuesta serían cosas del pasado.
Conciencias en remate, venta de cargos, votos al mejor postor y mil y un vicios de la vieja democracia, vuelven a florecer con la política de negociación de la revolución del siglo XXI.
Es más corrupto el que ofrece vender su alma o quien la compra… Cantuña cayó en la corrupción al ofrecer su alma por favores del Averno, o el Diablo al tentarlo… Seguro que si esta leyenda fuera escrita en los tiempos actuales, el autor sería demandado por varios millones por difamar a Don Diablo y compañía.
Los cambios de denominaciones no han alterado la escasa moral de los miembros del poder Ejecutivo, como la de los renovados asambleístas, ya saldrá a luz las monedas de la traición, antes que los abogados del infierno enfilen sus tridentes en contra de los periodistas independientes.