Marchas, protestas y consecuencias
Es entendible que todas ellas no son inofensivas; como reacción humana tienen una dosis menor o mayor de violencia, que van desde la soberbia anímica, hasta la violencia física. Todo régimen estructura su Constitución y cuerpo legal, el actual tiene lo suyo, para un modelo de gran aliento y de sometimientos.
La sociedad recibió este “paquete” y sin entender sus articulados, significación y contenido, lo aprobó: centralismo, intervencionismo, régimen de transitoriedad, sectorización de la sociedad, dicotomías y bifurcación, ratificación de mandatos, sentencias interpretativas, desinstitucionalidad; presidencialismo absoluto, todo ello da origen a marchas, protestas, hasta insubordinaciones con consecuencias fatales.
Y si la Constitución dinamiza estos reclamos sociales no es menos cierto que las leyes elaboradas o por elaborar lo incrementarán. La falta de acuerdos, consensos, con las partes vinculadas a las leyes, traen estos resultados. Las décadas del presidencialismo en el Ecuador se agotaron.