Me fue de gran incentivo haber escuchado al periodista y político Marcelo Dotti Almeida, en su programa de la radio Municipal, con el talento y valentía que son de su cosecha, al enfilar el comentario para afectar el silencio del autor de la Enciclopedia Política, quien, si bien es cierto, se ha retirado de la política, pero no podía hacerlo de la ética. Y tiene la razón, porque esta es consubstancial del crecimiento humano en sociedad y esta acción debe ser moral y democrática y el aludido personaje no dice ni pío al respecto. Esto se han preguntado muchas veces, en varias ocasiones los ecuatorianos en los actuares del Régimen. Olmedo, el gran prócer de la independencia, bastante desconocido en la real grandeza de su estatura por los ecuatorianos, decía: “Amor de patria comprende cuánto el hombre debe amar su Dios, sus leyes, su hogar y el honor que los defiende”. Como para el Dr. Rodrigo Borja, Dios no es el signo de grandeza libertaria que llevamos en nuestro espíritu los creyentes, entiendo y justifico su silencio, porque como dice un salmo: “La ciencia enorgullece y la caridad edifica”.