La muerte de uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos ha despertado una expansión inusitada de noticias. Las tapas de los diarios más grandes del mundo no solo de países futboleros, trajeron sus imágenes de gloria futbolística de Diego Armando Maradona.
Salió de un barrio humilde, fue gran talento y muchos lo comparan con Pelé o Messi y lo ponen más alto en el podio. Pero la tragedia de su vida es que no supo manejar su fama, sus vicios le pudieron al punto de llevarlo a la tumba.
Maradona debe ser puesto como ejemplo para las siguientes generaciones en varios aspectos. Se puede ser grande con sacrificio y trabajo en los campos deportivos y en los entrenamientos. Pero fallos humanos lo llevaron a sumergirse en el infierno de la droga y el licor, lo hundieron. Esa historia deben saber los jóvenes para cuidar su integridad mental y física.
El fútbol es pasión, pero los desbordes en Buenos Aires en el velatorio en la Casa Rosada dan cuenta de una multitud indocumentada y un tumulto que su imagen de gran futbolista no se merecía. Se faltó el respeto a su memoria y legado.