Así titula su editorial en El Comercio (10/03/2016) el Dr. Rodrigo Fierro Benítez. Estoy de acuerdo con los problemas de nuestra azarosa historia nacional que el menciona y que nos han impedido ser un Estado sólido y de respeto.
Todas las instituciones manipuladas y en disputa por pequeños intereses de “mentes enanizadas”, como él también las llama, para salir en defensa de las Fuerzas Armadas. Pero lo que le falta mencionar es que, precisamente por la intervención de las FF.AA.. en cuartelazos, golpes de Estado y Dictaduras, abandonando sus tareas institucionales, ellas son una de las principales culpables de que nuestra democracia sea aún débil y permanecen vigentes castas y privilegios.
Todas las instituciones son respetables, todos somos la “columna vertebral” de país. Todas las instituciones deben cumplir sus roles de acuerdo con la Constitución y la Ley. Basta de privilegios que no se justifican. Las castas se terminaron con la Colonia. La construcción de una democracia verdadera es aún tarea pendiente y bien se hace tratando de que al interior de las Fuerzas Armadas se practique la democracia y la equidad, eso más bien las fortalece y cohesiona. Ya no estamos en “tiempo de muñecos” como bien lo dice el Dr. Rodrigo Fierro. Construir democracia no tiene que afectar el honor de ninguna institución.
No vaya a ser que nos pase lo de Colombia, donde bajo el lema de “¡O hay patria para todos o no hay patria para nadie!”, ya llevan más de cincuenta años de guerra civil y hasta el día de hoy no se logra la paz. Aprendamos de la historia y fortalezcamos nuestras instituciones con verdaderos valores democráticos.