Fueron los militares quienes, arriesgando sus propias vidas, le sacaron de su encierro en el hospital policial; son los militares los que le protegen a diario a él y a su familia, sin horario ni descanso.
Sin embargo con su acostumbrada odiosidad y permanente búsqueda de conflictos ahora les acusa de “traidores a la patria” y habla mal de los generales; con total desconocimiento y mala fe, quizás queriendo indisponerles con sus subalternos, insinúa que no han ganado batallas, omitiendo deliberadamente el glorioso triunfo de 1995 en el Cenepa, gesta histórica dirigida en primera línea por el general Moncayo.