Hay instituciones de salud del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, que si funcionan, casi a la perfección, este es el caso del Hospital San Francisco de Quito, donde pude comprobar, que sus médicos cumplen con el juramento hipocrático de salvar vidas. En la Especialidad de Urología, el equipo de profesionales comandados intervinieron en un cáncer de próstata con la experticia, sapiencia médica y sobre todo con calidad humana que una persona de tercera edad requiere. Luego el equipo de recuperación y de piso: internistas, enfermeras y personal de apoyo atendían solícitas los requerimientos de los pacientes de estas áreas. No está por demás, recalcar, que a esto se suman los esfuerzos de la Clínica de Heridas, por complementar el trabajo de los profesionales. Esta Unidad del Hospital San Francisco de Quito, cumple a cabalidad su tarea, parece ser que la calidad humana es la misión de este centro asistencial.
Es justo relievar que la ayuda divina, a través de estos nobles médicos se hizo presente y demuestra que nuestras instituciones de salud si cumplen y que las corruptelas no abarcan a todo el sector salud del IESS.