Los maestros nos dieron la luz del saber

¡Hoy Correa les paga con la oscuridad del olvido! El despilfarro y la falta de una visión de estadista, hoy tenemos que pagarla 14 millones de ecuatorianos. Entre ellos, los maestros y maestras que entregaron su vida al servicio de la sociedad. Desde el año 2014, fecha en la que la larga farra correísta nos sumió, las jubilaciones de los maestros iniciaron su congelamiento. Nos sometieron a una ruleta, en la cual los maestros digna y valientemente esperaban. Se cumplía con los requisitos establecidos en la ley: 30 años de servicio y 60 años o tener alguna enfermedad catastrófica.

Los docentes, cansados de la espera y debido a su salud quebrantada por el acoso laboral es su ambiente de trabajo, decidieron acogerse a la jubilación establecida en la Ley de Seguridad Social sin renunciar a la bonificación jubilar, establecida en la Vigésima Disposición Transitoria de la Constitución.

Pero la espera se volvió en desesperación porque veían que la farra correísta no dispuso de los recursos para atender en cumplimiento constitucional. A maestros y maestras se les ha conculcado derechos consagrados en la carta magna y transgreden los principios fundamentales de los derechos humanos. La Constitución, en su Art. 54, garantiza el “derecho a una asistencia especial que le asegure un nivel de vida digno, atención integral de salud gratuita y tratamiento preferente tributario y en sus servicios”. La pregunta es ¿podrán los maestros tener estas condiciones? No. Para graficar lo dicho, les negaron acogerse a la jubilación, acceder a la bonificación jubilar y la acción de protección.

Este gobierno demuestra que el capital está sobre el ser humano. El buen vivir ha sido para los grandes grupos financieros y económicos. Por eso, los maestros no desmayarán y seguirán agotando las instancias legales y preparan más acciones con el fin de que sus derechos sean respetados, aunque a algunos de ellos la muerte les sorprenda en el camino.

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