Hay madres solteras que no tienen paciencia para educar a sus hijos, los flagelan y usan un vocabulario vulgar para corregirlos.
Un niñito aproximadamente de 7 años, todo flaquito y macilento halado de su débil bracito, con fuerte golpes y cachetadas lo arrastraba y con un vulgar vocabulario su madre lo reprendía. Las causas: no saber la lección y quedarse dormido en clase, posiblemente por su pésima alimentación.
Me conmovió y le llamé la atención y también recibí mi parte: “por qué te metes H.P., si es mi hijo” y se embarcó en un bus. ¿Acaso no es el abono y causal, que esa criatura se críe con resentimiento? ¿Y se convierta en un contumaz delincuente? Y esa es una de las posibles causas del auge delincuencial.