En menos de una semana dos madres heroínas han debido defender a sus hijos adolescentes de los abusos del poder. La primera, Toya, en Baltimore, EE.UU., quien al enterarse que su hijo de 16 años participaba en las marchas contra los abusos de la Policía, fue directamente a buscarlo y se lo llevó “de la oreja” a casa. Ella dijo que prefería llevárselo así, “a golpes”, a tener que esperar que la Policía lo entregue muerto. La segunda, Maritza, quien el 1 de mayo defendió a su hijo de 17 años del abuso del poder en Quito cuando el chico hizo una supuesta mala seña y dar un ‘yucazo’ a la caravana presidencial, para expresar su descontento con el correísmo. De ella descendieron el Presidente, quien según el muchacho (y un video) le increpó, mientras los guardias lo apresaban. Ella, que también cayó presa, le propinó un gran chirlazo a uno de los guardias en defensa de su hijo, quien fue sentenciado a 20 días de trabajo comunitario. ¡Lo que se necesita es más madres heroínas como estas dos señoras!