Ocho de cada 10 mujeres en familias ecuatorianas sufren de violencia en sus hogares. Una de las grandes incógnitas es ¿por qué? Pienso que se debe a la falta de valores y a una ideología errónea, ya que muchas de las familias dicen “debes respetar a las mujeres porque a tu hermana, hija o a tu madre les podría ocurrir lo mismo”. Pero no es así. Un hombre debe respetar a las mujeres, no solamente por obligación.
También, a los hombre se les ha enseñado que deben ser fuertes y que manden en la casa. Ellos no pueden llorar ni expresarse. Estos métodos de crianza anticuados, que se han transmitido de generación en generación, solo hacen ver a las mujeres como una cosa débil con la cual se puede jugar. Pero esto no debe ser así. Las personas debemos fomentar mejores valores desde la infancia de los niños.
Los hombres no nacen con el machismo en la sangre. Es algo que se ‘aprende’ en los hogares.