Miles de interrogantes nos pueden saltar a la mente. Durante 10 años hemos vivido una democracia a medias, y la vamos a seguir viviendo mientras no se haga los cambios, ante todo en la mente, de los políticos. Su verdadera misión y objetivo es servirle al pueblo.
En los barrios tenemos los líderes barriales o presidentes, si lo hacen o no lo hacen, las autoridades deberían hacer su trabajo, y si se presenta una denuncia no hay el respaldo respectivo; solo están para pedir respaldo para sus concentraciones políticas o de popularidad.
Vivimos en una sociedad moderna, que pese a la gestión de los distintos ciudadanos que a través de las redes sociales, les hacen saber o les dicen dónde están fallando; en donde están los verdaderos problemas de la ciudad. Las cosas siguen igual o peor.
Es triste ver como la Villa Flora, un barrio tan popular, que sus aceras eran verdaderos jardines, hoy en día, sea un caos, no hay el debido control y cuando se les reclama, aducen que es un problema social. No existe seguridad para sus habitantes, ni peatones; ventas ambulantes, aceras convertidas en parqueaderos, -se estacionan en las esquinas, sin respetar las leyes de tránsito-, en comedores, en plazas de ventas ambulantes, libadores nocturnos en la bomba de gasolina –Redondel de la Villa Flora-, etc. Los peatones estamos expuesto a diario a los diversos atropellos, ya sean verbales o físicos. En un centro comercial al sur de la ciudad las ventas están apostadas a todo lo largo del mismo, aquí se dan accidentes de tránsito a diario, toda vez que resulta insuficiente el estrecho espacio destinado para el paso peatonal, y a más de eso las ventas informales se ubican en el paso peatonal y en los parterres. Esto he comentado verbalmente con el comisario de la zona y los agentes de tránsito de turno, pero hasta la presente, nadie hace nada.
La responsabilidad es total Sr. Alcalde, llame la atención a sus respectivos colaboradores. Si vamos a seguir viendo y haciendo las cosas bajo este esquema, seguiremos por siempre en el subdesarrollo.
Debería haber una difusión de parte de las autoridades y los presidentes barriales, de las leyes y ordenanzas; lo básico no se hace. Para tratar de erradicar de alguna manera las ventas ambulantes, la alta contaminación de estos sectores y la delincuencia que generalmente están en las zonas más concentradas.