Loor a los ancianos

La ancianidad, etapa maravillosa del ser humano, en la que se conjugan sabiduría, honestidad, solvencia, caballerosidad, experiencia y muchos otros atributos acumulados a través de los años. No en vano el anciano representa un libro abierto de vivencias. De este compendio sagrado extraemos, día a día conocimientos, aprendemos a valorar la vida, a fortificar nuestro espíritu, a creer en la existencia de un Ser superior, a filosofar sobre el porqué de nuestra presencia aquí en la tierra... En fin, a cultivar lo bueno y a desechar lo malo. La ancianidad engloba la casi totalidad de la existencia, de una vida cargada de nostalgias, recuerdos, añoranzas... El camino hacia la ancianidad es un "paso forzado"; de ahí que resulta imprescindible reflexionar sobre el rol que debemos asumir todos quienes, de alguna manera, estamos ubicados en su entorno; como elementos de apoyo, semilleros de amor, comprensión y ternura hacia esos dulces seres que un día fueron niños, jóvenes, adultos y hoy... ¡respetabilísimos ancianos! ¡Loor al anciano en este su Día! Bendito el ser, sinónimo de paz y sabiduría; aquel que otrora fuera nuestro soporte físico, espiritual y emocional y que, ahora más que nunca, necesita de nuestro apoyo, nuestro amor, nuestra comprensión y, sobre todo... ¡nuestra paciencia!

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