Por más de 10 años he ido a Lloa por turismo, a dar capacitaciones empresariales, o a ayudar a la comunidad en proyectos de mejoramiento de la calidad de vida, he caminado desde Lloa hasta Mindo más de una vez y estoy seguro que Lloa es un paraíso que no ha sido aprovechado, ya que es el único camino que lleva hasta las mismas orillas del cráter del Guagua Pichincha, Lloa debería tener un flujo turístico mayor que el de Baños o Cotacachi, esta opción en Costa Rica generaría millones de dólares al año.
La hacienda Monjas, de propiedad del Estado, está siendo repartida y parcelada, para los nuevos comuneros, sin pena ni gloria, sin un proyecto de desarrollo comunitario y sin ningún fin sino el de parcelar y regalar la tierra, 1 hectárea más o menos, según los socios de las cooperativas que demandan la tierra.
Como no es posible realizar un programa de desarrollo comunitario turístico, tipo el Salinerito, donde los socios no puedan vender la tierra o cambiar a los pocos años por una camioneta usada o construir nuevos tugurios de alto riesgo. No señores, esta reforma agraria no es constructiva, en vez de mejorar la calidad de vida de los comuneros destruye los sueños de ellos.