El presidente Correa ha llamado “limitado” al nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa. Ha caído en un error, propio del autoritarismo. La distorsión que ha hecho del papel de la prensa, ahora es complementada por la distorsión de la figura del escritor en su perorata sabatina (para restar credibilidad a un crítico de su gestión). Hago aquí una reflexión sobre lo que se necesita para ser escritor. El arte literario no consta tan solo del estilo, sino que necesita de un fondo, de una profundidad en lo que se escribe. Para ello es necesaria la brillantez intelectual y un amplio conocimiento de diversas áreas del saber.
Vargas Llosa tiene a su haber novelas realistas de vanguardia, históricas, humorísticas, detectivescas y ensayos literarios y políticos, aclamados por la crítica. El ideal de arte literario no se congela en que se escriba bonito, sino también en la profundidad de lo que se componga.