Ahora que Liga Deportiva Universitaria de Quito ha pasado a la final de un torneo internacional de clubes, quiero felicitar a sus jugadores, cuerpo técnico, dirigentes e hinchas porque lucharon en dos frentes, el internacional y el Campeonato local con un exigente calendario en el que están jugando ocho partidos en 15 días. Justo antes del partido decisivo.
Yo me pregunto: si un equipo ecuatoriano nos hace quedar bien, nos sube la autoestima ¿no podemos darle todas las facilidades -léase descanso necesario- para que pueda llegar en buenas condiciones a disputar la final de la Copa Sudamericana? Más bien se le “castiga” con un calendario exigente.
Por cosas como estas es que alguna vez un columnista de un diario le bautizó a nuestro país como Absurdistán.
He visto en la televisión que nuestro vecino país, Uruguay, está promoviendo el turismo con el Sr. Diego Forlán, uno de los mejores jugadores de fútbol del mundo.
De igual manera, nosotros tenemos en Liga Deportiva Universitaria nuestro embajador, como alguna vez fue Barcelona, D. Cuenca, Selección Nacional, Jefferson Pérez cuando hacían una buena campaña y todos nos sentíamos orgullosos de ser ecuatorianos.
Todos ellos, en su momento, hacían flamear el tricolor patrio por el mundo y mucha gente de Brasil, Japón, Inglaterra, Corea, etc., que no conocía que existe Ecuador ha de ver buscado en Internet o en el mapa mundi tradicional la ubicación de nuestro hermoso país.
Finalizo con la siguiente propuesta para los encargados de regular el fútbol ecuatoriano. Que para el equipo que participe en algún torneo internacional queden automáticamente aplazados sus compromisos locales para no dar ventajas a sus rivales extranjeros.