Nicolás Maduro es una persona que a todas luces tiene limitaciones debidas a su escasa formación, y más escasa aún, educación formal. Por esta razón, llama la atención que muchos dirigentes políticos, con educación formal muy superior a la del Sr. Maduro, lo erijan como un líder que merece reconocimiento. No tengo evidencias que estos líderes tengan una formación de otro tipo que garantice sus liderazgos.
Por lo general, el liderazgo se le otorga a alguien que exhiba características y condiciones mejores a las de sus seguidores.
Causa sorpresa que personas como José Mujica (con lo de “no se deben poner al frente de las tanquetas”), Rafael Correa, Daniel Ortega, consideren al Sr.
Maduro como un líder legítimo, y defiendan a rajatabla su comportamiento frente a Venezuela. De otras personas, como la Sra. Rivadeneira, la Sra. Espinoza, la Sra. Buendía, el Sr. Lloret, el Sr. Hernández, militantes rabiosos de la Revolución Ciudadana de Ecuador, no me llama mucho la atención, luego de escuchar, desde hace varios años, sus razonamientos políticos.