He tenido el privilegio de leer el libro del prestigioso analista económico Pablo Lucio Paredes: ‘Revolución ciudadana, tanto… para tan poco’, y considero que tiene razón en muchos aspectos; el principal (en mi opinión) es el cuestionar al Gobierno su escasa apertura internacional, es decir, haber privilegiado relaciones comerciales con países pequeños e incluso competidores de nosotros, como Guatemala, en lugar de haber buscado acuerdos con naciones o bloques regionales más grandes y con economías más complementarias a la nuestra, como: Europa, EE.UU. o el sudeste asiático, considerando que hacia allá se están dirigiendo nuestros vecinos: Perú y Colombia.
Me parece un interesante esfuerzo académico e intelectual de Pablo esta obra, ojalá que el próximo Gobierno (sea cual sea su ideología), entienda que debemos abrirnos al mundo, si queremos atraer inversión extranjera directa, porque está demostrado que las sociedades más libres (o menos proteccionistas), son las que más capital foráneo reciben (y las que más progresan). Colombia y Perú consiguen inversiones de USD 14 000 y 7 000 millones respectivamente, mientras nosotros captamos apenas 500 millones. “No solo de Estado vive el hombre”, parafraseando a Jesucristo. Necesitamos inversión extranjera, porque representan divisas para el país, tan necesarias en dolarización, y porque, además, nuestro escaso nivel de ahorro interno (y de alto consumo) nos hace dependientes del ahorro internacional.