De la libertad y el periodismo

La noticia de una violación a la libertad de expresión agitó a las redes sociales. Un reconocido periodista fue sancionado por el canal donde labora por el hecho de denunciar descuentos, no autorizados por él, de parte de las entidades bancarias. Miles de usuarios mostraron su apoyo al comunicador y se identificaron con su caso.

Lamentablemente, la alteración ciudadana a través de las redes sociales impidió hacer un análisis cualitativo del caso.

El periodista es un profesional con una vasta experiencia. Seguramente en las aulas universitarias, le han de haber enseñado clases de ética y técnicas de la investigación; herramientas necesarias y fundamentales en el quehacer periodístico.

El comunicador aprovechó su espacio de trabajo para ventilar una acusación personal pero que careció de la investigación periodística. No se dio voz a las partes afectadas, no se investigaron otros casos y tampoco se mencionaron los recursos legales que tienen los perjudicados. Lo más certero fueron las multiplicaciones realizadas en una calculadora.

El estilo de la noticia fue poca informativa y se pareció más a un de programa de cotilleos, típicos de la farándula ecuatoriana.

Es importante realizar autoevaluaciones dentro de los medios, los ciudadanos lo demandamos. No podemos hablar de libertad cuando el conocimiento es pobre y escaso.

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