Las letras, de luto

Ha muerto una dama, una respetable matrona, una ilustre ciudadana, una literata destacada. Doña Teresita Crespo de Salvador Lara se ha ido, nos ha dejado nostálgicos, ha acudido a la cita con su Señor en el cielo. Por su vida cristiana, su ejemplar fe, sus diplomáticas maneras, sus carismas y bondades, ella disfruta ya de la vida eterna. Seguro que en cielo a los ángeles estará declamando dulcemente sus poemas y cuentos infantiles. Teresita la señora, la esposa, la madre de una noble descendencia de ilustres diplomáticos, de hijos que heredaron su amor y fe católica. Teresita la amiga de tantas familias a quienes brindó sus finas gentilezas, su palabra y abrazo; la distinguida esposa de aquel monumental hombre historiador y diplomático, doctor Jorge Salvador Lara, quien hace dos años también partió al encuentro con su Dios. Quienes los conocimos guardaremos siempre la respetable imagen de la pareja siempre tomados del brazo asistiendo devotamente a las dominicales misas, sonrientes y amables, saludando y estrechando sus manos con diplomacia y afecto. Gracias Doña Teresita por quedarse en nuestro corazón.  

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