El ataque de las Fuerzas Militares Colombianas al campamento de Angostura en Marzo 2008 que terminó con la vida del jefe guerrillero Raúl Reyes, motivó al gobierno de turno, disponer la reestructura del sistema de Inteligencia Militar (IM); con esta decisión, se relevó a las Fuerzas (Terrestre, Naval y Aérea ) de su responsabilidad de buscar, procesar y producir Inteligencia, trasladando esa misión, al Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas.
El 28 Septiembre 2010, dos días antes del fatídico 30 S, el mencionado Comando Conjunto aprueba la creación del Comando de Inteligencia Militar Conjunto (Coimc), como único órgano competente para producir Inteligencia Militar. Las Fuerzas se encargarían únicamente de la capacitación, entrenamiento y equipamiento.
Pero ha sido esta decisión de beneficio para la seguridad del Estado? Los hechos, y no las apreciaciones demuestran que no. En la parte administrativa ha traído graves inconvenientes, aún no resueltos. En la parte operativa, hechos lamentables como: la falta de inteligencia eficaz en el control del accionar del Grupo Irregular Oliver Sinisterra, que asesinó cobardemente a periodistas, soldados y otros compatriotas en el año 2018, la identificación tardía de las actividades de minería ilegal en Buenos Aires,la falta de inteligencia eficaz en el control de las manifestaciones en Octubre de 2019, produciéndose hechos vandálicos sin precedentes, que incluso motivó el relevo del Jefe del Comando Conjunto y Comandante del Ejército,además el reiterado accionar de narcoavionetas en pistas clandestinas no identificadas oportunamente, las grandes cantidades de droga que se traslada por vía marítima, entre otros hechos, justifican plenamente cambios urgentes en la estructura del sistema de Inteligencia Militar.
Los comandantes de las Fuerzas, no han cumplido la tarea de desarrollar las capacidades tecnológicas y humanas de la IM; por citar un ejemplo, desde el 2015 la Brigada de Inteligencia del Ejército, que representa aproximadamente el 88% de la alícuota de la Inteligencia Militar Conjunta no ha recibido un dólar de presupuesto; entonces, cómo desarrollar capacidades. Allí se puede encontrar una explicación de los hechos, en donde se evidenció sus debilidades. Las operaciones de éxito de la IM, en este periodo, obedeció al comprometimiento y valor de su Inteligencia Humana y no a su estructura organizacional o desarrollo de capacidades.
Es hora de que se reestructure el sistema de Inteligencia Militar y , el nuevo Gobierno, devuelva la responsabilidad de producir inteligencia a las Fuerzas Terrestre, Naval y Aérea en virtud de la experiencia y conocimiento que tienen sobre los riesgos y amenazas en el ámbito de su competencia, pero también para que los comandantes se comprometan y responsabilicen por el desarrollo de la Inteligencia en cada una de sus Fuerzas, que hoy más que nunca, es de vital importancia para la seguridad del Estado.