La educación universitaria
Una de las metas de desarrollo que enfrenta el mundo, es el progreso del ser humano como: satisfacer las necesidades más básicas presentes, lograr de manera equilibrada un desarrollo sostenible y tener la mismas oportunidades a una vida próspera.
Es necesario cambiar ciertos patrones que a lo largo de muchos años han favorecido un modelo de crecimiento económico hacia afuera olvidándose de las necesidades internas.
Siendo la desigualdad el principal obstáculo. A esto le ayuda el sistema educativo o leyes que no actúan en la misma dirección, no han sido bien diseñadas y se han aplicado deficientemente. Recibiendo la población más desfavorecida una educación excluida.
Si se contribuye en el desarrollo de competencias que favorezcan a una educación integral con un aprendizaje para toda la vida, adoptando un plan de formación en competencias de sostenibilidad será un camino para eliminar la pobreza y consolidar la paz.
Desde esta perspectiva la educación universitaria debe dar respuesta a las demandas de una sociedad cambiante con innegable crisis educativa y avances científicos y tecnológicos. Con cambios prácticos y viables siendo el rol principal la innovación. Estos cambios deben de favorecer los siguientes procesos como: El currículo cuya construcción contribuya con un proyecto educativo, programas académicos que incidan en el fortalecimiento de la atención a la diversidad, cuyas prácticas educativas e innovadoras permitan el desarrollo de aprendizaje en las personas con algún tipo de discapacidad.
Es muy urgente que exista un cambio de paradigma en la universidad donde incorporen en la educación: la innovación, protección del medio ambiente, responsabilidad social e impulse el progreso económico y social, donde el individuo asuma el papel protagónico en la sociedad.