¡Lavado de manos!

Después de la detención del Alcalde de Riobamba, Juan Salazar, para investigación por presunto peculado, el Concejo Cantonal encargó la Alcaldía al Vicealcalde, Mario Robalino, y procedió a la remoción de jefes departamentales y asesores, como inicio de un proceso de depuración de cualquier vestigio que recuerde la pasada administración.

Sin embargo, debo cuestionar la actitud y gestión de los Concejales Cantonales del Municipio de Riobamba, porque ahora cuando el barco está a la deriva y la ciudad se encuentra en medio del escándalo público, pretenden lavarse las manos, cuando como coadministradores y corresponsables, también deben asumir su culpa y responsabilidad, por no haber cumplido con su papel fundamental de fiscalizar y legislar a su debido tiempo.

Son corresponsables, porque las Comisiones Permanentes nunca funcionaron; porque como servidores públicos deben trabajar las 8 horas diarias en la Municipalidad o por lo menos 4 horas, y el resto de tiempo, acudir a barrios, parroquias y comunidades rurales del cantón, para verificar necesidades; además la mayoría de Concejales no presentan propuestas productivas para el cantón Riobamba, en las sesiones de Concejo; existen pocas Ordenanzas generadas por los 11 ediles. Jamás fiscalizaron con oportunidad, eficiencia y eficacia, las obras y proyectos de la administración del Alcalde Juan Salazar.

¿Si el barco estaba mal conducido, por qué quienes lo ocupaban, jamás ayudaron para que llegue a puerto seguro?

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