No hay enemigo pequeño, dice el refrán, y lo estamos viviendo. En teoría se castigó a la persona que faltó al respeto a la Primera autoridad del país que le dio asilo. Vaya agradecimiento, sin embargo era de esperar algo así de la persona que se siente superior y que incluso ha desafiado a la potencia más grande del mundo. Pero tampoco se debe desconocer que la información que este señor saca al aire es beneficiosa para la sociedad a nivel mundial, especialmente para los gobernantes de las grandes potencias, porque es probable que ellos mismos desconozcan los abusos cometidos por sus subordinados.
Para nosotros quizá sea beneficioso lo que está sucediendo, pues debemos enfrentar este ataque cibernético, que nos obligará a reconocer nuestra capacidad al respecto y, a tomar las medidas del caso para superarnos en este campo que, poco a poco, se va imponiendo en el mundo y que afecta directamente a la seguridad nacional. El caso de los apagones en Venezuela es un ejemplo. Quizá valdría llegar a un acuerdo tal cual ya se lo está haciendo con ciertas organizaciones gubernamentales de USA, como la CIA, y así evitar cualquier daño al país.