Cuando se es juez y parte, nuestra capacidad intelectual se ve reducida a los intereses que nos conviene. Solo cuando se tiene coraje y carácter, se hace lo que en verdad se debe hacer. ¿Por qué el Estado castiga a los delincuentes? Pues porque eso es lo justo, que por ende debe estar en la ley.
Se dice y se repite cada vez que les conviene “La voz del Pueblo es la voz de Dios”, porque no se presta atención a este pueblo que no está de loco en las calles, se siente engañado, burlado. Tanto se expresa el amor a su pueblo, pero no pasan de ser solo palabras. Mientras los unos están “calentando las calles”, los gobiernistas las están “enfriando”, difiriendo lo que deben hacer, porque tienen el poder. Si se hubieran transparentado las cifras, en la medida que se iban ingresando –como en otras elecciones-, no habría lugar a lo que vivimos al momento.
¿Qué hacer? Sencillo, un nuevo escrutinio, de todas las urnas. No solo de las que supuestamente existen irregularidades. Ya es hora de establecer un nuevo estilo de hacer política, fuera de tanto tecnicismo. Donde la transparencia sea el inicio de una nueva democracia. Más aún donde supuestamente el margen o la diferencia en sí, es mínima; el nuevo Presidente debe tener la legalidad y la legitimidad de su pueblo, caso contrario la oposición no va a estar en el poder legislativo, sino en las calles.
Supuestamente los oficialistas “piden” que se haga con todos los medios de comunicación, que sea público…10 años los conocemos. ¿Será tanta belleza?,¿ será de creer en su palabra o será otro de sus clásicas tácticas políticas?