Ramiro González manifiesta que el Seguro Social no puede sostener jubilaciones por un tiempo superior al de las aportaciones; que el IESS, como todos los seguros, fue creado para pagar igual número de años que los aportados. Entonces, hay que legislar para que las mujeres que cumplen con estas condiciones puedan acogerse a la jubilación especial voluntaria. Por ejemplo: alguien que a los 51 ó 55 años de edad ya tiene más de 33 de aportes.
Pregunto a quienes están en contra del proyecto:
• ¿Por qué no respetan la diversidad de criterios?, no todas pensamos que el trabajo es un fin, sino un medio.
• ¿Qué pasa con la estabilidad de las mujeres que han sido desvinculadas de las empresas?, son viejas para laborar –nadie les da trabajo- pero jóvenes para jubilarse, que incoherentes son nuestras leyes.
• ¿Por qué tildan de demagógica una propuesta que nació en la Asamblea de Montecristi? ¿Quiénes son los demagogos?
Dejemos la miopía de lado y busquemos un punto de equilibrio, que no quede en el limbo este importante proyecto.