A Maduro lo veo más seguro que bóveda de banco, tanto por su tamaño cuanto por su contenido, los militares bien pagados por Cabello se imponen a sangre y fuego, temerosos de perder sus canonjías inauguradas por Chávez.
Guaidó no entendió que el tren solo pasa una vez, ni aprovechó las masivas manifestaciones que coparon Caracas exigiendo la salida del dictador, tesis apoyada por Trump y una docena de países que lo nombraron interino. No hay duda de que a Venezuela le hace falta un Bolívar o un Sucre, valientes libertadores que nunca retrocedieron y no habrían soportado ver a sus paisanos comiendo en los basureros. Ahora la agonía será más lenta y costosa con el humillante socialismo del siglo XXI haciendo de las suyas con venezolanos y ahora con argentinos que exhibiendo ignorancia supina apoyan al podrido ‘kirchnerismo’. Ecuador calla, tolera y no asimila, los pícaros aún esperan que su líder ‘vuelva a recuperar la Patria’, mientras que Diana se bate con tirios y troyanos, siempre a la expectativa de su primer desliz.