Hace más de dos mil años vino al mundo un niño, que luego creció y ya hecho hombre, lideró la revolución jamás vista en la historia de la humanidad: la revolución del amor, del perdón, la tolerancia.
Sus enseñanzas y estilo de vida han perdurado hasta hoy y permanecerán en el tiempo como guía para todos los habitantes de este planeta. Jesús es el nombre de Aquel que nació en un humilde establo, como humilde fue su vida. Jesús es el nombre de Aquel que entregó a la posteridad la hermosa oración del “Padre Nuestro” y “Las Bienaventuranzas”. Jesús es el nombre de Aquel que fue perseguido, condenado y crucificado por sus enemigos, por el simple de hecho de predicar la verdad. Hoy en día, como hace veinte siglos, también existen perseguidos, encarcelados, asesinados, por el simple hecho de enfrentar a tiranos y abusivos. Que el recuerdo del nacimiento de Jesús y sus enseñanzas nos den la paz suficiente para construir un mundo mejor.