En un día nublado y con mucho dolor en su corazón, los miembros de varias familias despiden a sus seres queridos después de convertirse en víctimas de la irresponsabilidad en las vías, por la falta de decisión para promover leyes más severas para que se deje de jugar con la vida de los ecuatorianos. Con el accidente en la vía Ibarra – San Lorenzo se pone en evidencia nuevamente la falta de control.
No es aceptable que luego de la tragedia un superior de la Policía hable que el bus no tenía frecuencia para viajar, entonces ¿qué hacía en la carretera? Debemos exigir una mayor vigilancia fuera de los terminales en beneficio de todos, si esto es difícil que se pida ayuda al grupo de policía encargada del control del pico y placa en Quito, pues ellos sí saben estar para su trabajo, en su sitio como depredadores tras sus presas.