Los ecuatorianos nos sentimos muy afectados ante la pérdida de un hombre brillante de imponderables cualidades, singular talento e indescriptibles valores. Un valiente y digno periodista cuyo nombre debe perennizarse por siempre, con letras mayúsculas, en los anales de nuestra historia pues, no se trata de un hombre cualquiera, sino de un valiente y destacado personaje que, por años, estuvo al frente y dirigió, con increíble acierto, los periódicos más importantes del país que, día a día, nos mantienen informados y cuya partida, sin duda alguna, representa una gran pérdida para todos los lectores que nos informamos a través de estos importantes medios y, por ende, conocemos más de cerca su admirable trayectoria profesional y humana.
Se trata, indudablemente, del muy respetable y singular personaje, ícono del periodismo, digno de todo encomio y ponderación a sus virtudes: don Jorge Ribadeneira Araujo quien, con su partida, deja un enorme vacío tanto en su entorno familiar como periodístico y, por qué no decirlo, en sus millones y millones de ávidos lectores inmersos en nuestra Patria. Paz en la tumba de este ilustre ecuatoriano, fiel ícono del periodismo deportivo, nacional e internacional.