Los gobiernos tienen sus propios intereses, que no siempre coinciden con los del pueblo. El interés natural de cualquier Gobierno es mantenerse en el poder. Para lograrlo, están dispuestos a reducir las libertades de los ciudadanos, o hasta quitarles la vida (como en Siria).
El Gobierno nacional no es considerado buen pagador ni prudente en sus gastos ni ahorrador. Por eso solo accede a crédito caro y con garantía de petróleo (pese a que este, según la Constitución, es inalienable). Ahora una resolución del Banco Central obliga a las instituciones financieras a prestarle nuestro dinero al Gobierno y sus instituciones. Y toda transferencia internacional de dinero debe pasar por las manos del Banco Central.
¿Por qué le han “puesto el ojo” a nuestro dinero? ¿Pondría Ud. a su perro a cuidar su almuerzo? ¿Se sentiría Ud. cómodo si la banda de la ‘Mama Lucha’ lo obligara a prestarle dinero?
La confianza se inspira; no se exige con amenazas.