En una carta publicada en este mismo espacio, el 2 de febrero, se dijo que no es insultante para el país, que se ratifique la posesión de un señor que no cumple los requisitos necesarios como rector de una universidad pública.
En este sentido, pregunto: ¿No es indignante que no se respeten las leyes nacionales?
El único factor que permite el desarrollo y desenvolvimiento de la sociedad es un contrato social, que no es más que la expresión jurídica de los acuerdos sociales, es decir, las leyes.
¿Qué sería de nuestra sociedad, si decidiéramos no respetar el horario de recolección de la basura, o transgredir las señales de tránsito?
Las normas se han constituido para asegurar el bienestar de los ciudadanos, por lo cual, sí es insultante -para un país- que se irrespete su legislación.