Al pasar por El Labrador, siguiendo la av. Amazonas y mirar lo que fue el aeropuerto de Quito, con facilidad se observa el deterioro que están sufriendo las edificaciones que antes rendían servicios, igualmente, los tanqueros que abastecían de combustibles a los aviones, las mangas de acceso a los pasajeros.
Para el ornato de la ciudad y beneficio de los quiteños es necesario que en el parque solo queden las instalaciones indispensables de acuerdo al proyecto ganador, las otras estructuras pueden ser reutilizadas en aulas adicionales, albergues, dispensarios médicos, etc. o entregarlas a instituciones que se dedican a estas tareas, siempre más útiles que verlas sucumbir por el abandono.