Insensibilidad del gobierno y su partido

Vivimos tiempos de tremenda inseguridad por el libre ingreso de delincuentes extranjeros asociados a nacionales. Nos desangramos sin remedio. Y, si para el Gobierno, los sucesos del 30 de septiembre son delito, aquello envaneció más al Presidente que persiste en su sed de venganza hacia muchos policías acusados de intento de asesinato ("Si quieren matarme, ¡Mátenme!"), nos preguntamos: ¿Acaso la vida de Rafael Correa vale más que la vida de cualquier ecuatoriano?
Urge que él y su asamblea verde expidan leyes severas antidelincuencia, y no inventen leyes absurdas para controlar a los medios de comunicación libres. ¿Acaso esperan que asesinen al Presidente o algún miembro del gobierno para entonces sí rastrear por aire, mar, tierra y fronteras vecinas y destruir a la delincuencia? No soportamos un día más de violencia. ¡El "buen vivir" es utopía y demagogia del socialismo del siglo XXI! ¿Y, los derechos humanos? ¡También!

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