Simón Bolívar manifestó en Angostura: “El sistema de Gobierno más perfecto es aquel que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política”.
Muchos países latinoamericanos tuvieron el acierto de poner en práctica su pensamiento siempre buscando la solidaridad de la gente para brindar protección a las personas desamparadas sin ningún tipo de discrimen y en todas las etapas de su vida, el cuidar la integridad de las personas garantizando la cobertura en todas las necesidades previsionales establecidas en el sistema de seguridad social.
La unidad como principio no solo busca articular políticas institucionales, procedimientos y prestaciones para todos por igual, sino que busca la participación y el fortalecimiento de todos los actores sociales, públicos y privados para hacer un sistema de seguridad social integral que autofinancie su funcionamiento y busque el equilibrio financiero y actuarial que sea sustentable en el tiempo.
La eficiencia solo será una realidad cuando se utilicen los recursos disponibles en beneficio de los asegurados, para que las prestaciones sean oportunas, adecuadas y suficientes. Universalizar el derecho a la Seguridad Social es garantizar la protección a todas las personas amparadas por una ley eminentemente técnica y humanista debidamente financiada.
Politizar el IESS reformando leyes laborales para que no conste el 40% que el Estado tiene la obligación de pagar para cubrir pensiones jubilares, adeudar más de USD 1 500 millones en prestaciones de salud y mantener una deuda abultada por largos años es consecuencia de la aplicación de un modelo populista que afecta a la vida de miles de afiliados y jubilados.