A diario, en todo momento, a cualquier hora, en todo el país los diferentes medios de comunicación dan cuenta de sucesos delincuenciales de diferente índole: asaltos, secuestro exprés, sicariato, asalto con muerte, etc., calificados en su mayoría como delitos flagrantes.
El Gobierno Nacional, así como la Asamblea y demás organismos del Estado no encuentran la solución a este problema social generado por diferentes factores.
El estado del país es de indefensión, al no contar con una Policía que enfrente el delito. “El Policía Nacional da la impresión que tiene miedo”, dijo una persona entrevistada en un medio de comunicación en un caso delincuencial de Los Vergeles. Lo que pasa que estos hermanos policías cuando reciben el curso de capacitación no son debidamente concienciados de que ellos son preparados como policías, sea en el grado de oficial o clase, para dar seguridad a la ciudadanía de cualquier estrato social; que tienen que enfrentar con la debida entereza y valor cualquier delito poniendo el pecho a las balas si fuera posible. El ciudadano policía no debe utilizar el teléfono celular en horas de servicio, solo así tendemos una verdadera Policía que brinde auténtica seguridad ciudadana.