Nos hemos enterado -absortos- que el Rey de España ha sido ‘pescado por los periodistas’ de cacería gruesa en África y allí ha tenido una caída delatora. Pero lo que más nos asombra es que ha cometido la tontería sin nombre de reconocer su falta, pedir públicamente disculpas y ofrecer a su país, no volver a hacerlo. ¿No sabe el Rey Juan Carlos que un Jefe de Estado nunca se equivoca? ¿Que sus faltas se las debe imputar a una campaña mediática de la prensa corrupta y jamás asumirlas personalmente? ¿Que si no puede mismo, quitar el cuerpo, hay que proclamar que estuvo mal asesorado? Deberíamos ofrecer este tipo de servicios de asesoría política a Su Majestad.