Es difícil descifrar e interpretar, la naturaleza humana, en su profundidad y en sus sentimientos, cual baúl cerrado, que se abre al vaivén, de las cosas, que a veces uno no entiende; uno de esos sentimientos es la ingratitud, palabra que encierra un cúmulo de decepciones, cuando uno hace un bien sin pensar a quién, y como dice el Diccionario de la Real Academia de la Lengua,”desagradecimiento, olvido o desprecio, de los beneficios recibidos,» esto pasó, en el partido de fútbol que se jugó el Domingo 26 de Junio en Portoviejo, entre Emelec e Independiente del Valle de Sangolquí, recordemos que éste equipo donó sus taquillas en los 3 últimos partidos para los damnificados del terremoto del 16 de Abril, en Manabí y Esmeraldas principalmente, que fueron los más afectados, pero increíblemente, no hubo una sola persona, ni siquiera un pequeño letrero que diga Gracias Sangolquí, por tu contribución, al final del encuentro triunfó el Independiente ,pues no se fue con las manos vacías.