Los infiltrados

Se ha vuelto común utilizar la cantaleta de los infiltrados para justificar actos vandálicos. Lo escuchamos de manera recurrente, tanto en las manifestaciones políticas como en las barras deportivas. Un acucioso periodista preguntaba: ¿en las últimas protestas, los indígenas se beneficiaron de los infiltrados o viceversa? La respuesta es simple: ambos se beneficiaron, uno del otro. Cuando se trata de ‘protestar’ se mezclan y cobijados bajo la hipócrita fuerza de la ‘masa’, se convierten en vándalos. Cada grupo comete fechorías: correístas, delincuentes comunes, ladrones, revolucionarios, terroristas y demás.  

Carlos Proaño S.

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