El presidente Correa, en la sesión solemne por la fundación de Quito, en la que aprovechó para realizar una rendición de cuentas, llamó a los jóvenes a indignarse. Por ello, con su anuencia, Presidente, estoy:
Indignado por el maltratado que reciben los jubilados. Indignado por declaraciones de una asambleísta que dice que las enmiendas servirán para una mejor redistribución de la riqueza (tamaña ignorancia).
Indignado por el irrespeto a quien tiene un pensamiento diferente. Indignado por el escándalo de la FEF, que hay que investigar hasta las últimas consecuencias.
Indignado porque no aceptan que el país se encuentra en crisis. Indignado por como compran conciencia con un sánduche, un refresco y una funda de mote con fritada.
Indignado porque el Presidente aprovecha un espacio sagrado para Quito (sesión solemne), para rendir cuentas y referirse a asuntos que no debían referirse en este acto.
Indignado con el Alcalde, que hasta la fecha no ha demostrado un liderazgo y existe una ciudad desprotegida y descuidada.
Indignado por las mentiras, al decir que Quito es una ciudad segura. Indignado porque no existe un llamado sincero a la unidad por parte del Presidente. Indignado por la prepotencia e irrespeto de ciertos funcionarios de Gobierno. Etcétera.