No, no es Hulk de las historietas de ficción. Lo siguiente sucedió en “El país del nunca jamás”. El hombre increíble, poco conocido en la política, fue elegido Presidente. Sus cualidades: inteligencia sobre el promedio, buen orador, buena memoria, gran agilidad mental.
Con talento maquiavélico, natural o aprendido, gobernó una década ofreciendo el cambio al pueblo defraudado. Esto cumplió pero fue de “Guatemala a Guate Peor”, porque con un solo partido político absorbió los poderes independientes del legislativo, judicial, electoral y órganos de control. Sin democracia se proclamó Jefe del Estado y las consecuencias fueron funestas, injusticia, persecución a quienes no pensaban igual, cárcel a quienes denunciaban corrupción, guerra a la prensa y un desastre económico al punto de casi una quiebra de la empresa estatal.
El ofrecimiento de obras también cumplió mejorando carreteras, haciendo escuelas, hospitales, unidades hidroeléctricas, etc., pero al término de la década gobernada, por presión internacional de corrupción y denuncias represadas en el país, se reactivaron las denuncias de coimas por millones de dólares, pues las obras orgullo de su gobierno y partido político, según pruebas de los denunciantes costaron 3, 4, y hasta 5 veces más de lo normal, aparte de cientos de miles de millones de dólares perjudicados al país en los negociados petroleros, justamente por tales coimas. En varios aspectos el increíble hombre verde y su gobierno del país del nunca jamás, tiene parecido con otros de la región, incluido el nuestro según mi opinión.