Los medios de comunicación informan de la inauguración de dos nuevas escuelas del milenio con lo cual estarían en funcionamiento, este momento, 64 planteles de este tipo.
Es obvio suponer la felicidad que deben tener los padres de familia cuyos hijos alcanzaron matrícula en ellas. Pero, me pregunto: ¿cuál será la situación de los demás padres, al conocer que los suyos van a seguir en el mismo plantel que carecería de casi todo y hasta estaría a punto de derrumbarse?
Es que miradas las fotografías que se publican de los dos grupos y la información proporcionada por las autoridades del ramo, realmente no hay punto de comparación, pues las del milenio tendrían todo y hasta determinados lujos, mientras las otras no contarían ni siquiera con lo más elemental, por ello es que todos quisieran ir a las nuevas escuelas y nadie quedarse en las viejas.
¿No hubiera sido más lógico buscar el mejoramiento de todas, si de todas, para no crear estas grandes desigualdades? ¿No es el Gobierno de la igualdad social?