Los gobiernos en todos los países del mundo no deben ser paternalistas, pero sí dar igualdad de oportunidades a sus pobladores. Los gobernantes en cada nación no deben regalar pescado a sus ciudadanos, pero sí darles las facilidades para que puedan pescar y enseñarles cómo hacerlo. No se trata de ser populista manteniendo a sus gentes, pero sí darles las herramientas necesarias para que ellos salgan de la pobreza. Las oportunidades se consiguen de tres maneras: invirtiendo en educación, microcréditos a pequeños empresarios y salud.
Cada niño en cada escuela pública debe tener una computadora. Las universidades públicas deben ser gratuitas y de calidad.Los centros universitarios deben enfocarse en carreras que sus países realmente demandan, no en carreras que el alumno al graduarse no encuentre trabajo. Carreras técnicas, electrónicas, computación, energías renovables, son carreras que este mundo globalizado las está requiriendo.
Los bancos públicos deben dar créditos a pequeños microempresarios emprendedores con proyectos viables concretos, estos préstamos deben ser a bajas tasas de interés, con periodos de gracia y a largo plazo.
La salud pública juvenil e infantil debe ser gratuita, esto incluye la maternidad. Un niño sano desde el vientre de la madre tendrá mayor oportunidad para rendir en clase, con un buen desayuno en las escuelas públicas. En general, un niño sano tendrá más oportunidad para desarrollarse profesionalmente que un niño mal alimentado y enfermo.
Siguiendo estos pasos, veremos mejores oportunidades a futuras generaciones y evitaremos que nuestros hijos emigren al exterior.