Es impresionante la situación económica a la que se le ha llevado al IESS en los años del correísmo: se le ha obligado a atender a un mayor número de personas, sin dotarle de recursos necesarios; se le ha restado aportes estatales destinados al pago de pensiones; se le ha burocratizado como a todas las dependencias públicas; y, lo que es más grave se le ha politizado, nombrando administradores que “no han querido ver” las consecuencias de sus decisiones, repitiendo tozudamente que el Instituto está más solvente que nunca, pero olvidando que los estudios e informes que se han realizado dicen lo contrario.
La prensa informa, por ejemplo, que deberán tomarse más de USD 1 773 millones de los ahorros, el año pasado, para atender el pago de pensiones, pero su expresidente declara, que: “siempre habrán recursos (suficientes) y que nunca van a faltar”. No importa que la OIT demuestre su preocupación sobre la situación financiera del Seguro Social.
Y este no es el único informe de alarma al respecto, porque también el Instituto de Economía de la Universidad San Francisco se pronunció al respecto mediante la edición de un boletín especial donde señala el “riesgo de descapitalización” lo que ha llevado a plantear como soluciones la reposición del aporte del 40% por parte del Estado.