Qué gusto ver en la Asamblea Nacional cómo cada hora la escolta, al interior del hemiciclo, es relevada para descansar, para ir al baño, para tomar agua y evitar la fatiga. Lo mismo felizmente ocurre ya en la Cruz Roja (Calle Papallacta). Así, su capacidad de respuesta y motivación mejoran. Debiera normarse para que en bancos, almacenes, farmacias e instituciones públicas se dote de un taburete alto a guardias, impulsadoras y empleados no sólo para apoyarse sino para evitar que enfermen de flebitis. Además, es necesario que tengan un protocolo claro para beber agua e ir al baño. En muchos casos guardias privados “doblan” los turnos, cumpliendo inhumanos y fríos horarios, lo que ocurre con los profesionales de la salud. ¿Cuándo limitamos las horas de trabajo nocturno y facilitamos la tarea de estos seres humanos?