Honrar a Pallares

Como vecino de la ciudad de Quito, veo con satisfacción que el Municipio esté celebrando los 35 años de la declaratoria de la ciudad como Patrimonio de la Humanidad, por la Unesco, el 9 de octubre de 1978.

Sin embargo, aspiro a que la conmemoración no se quede en lo trivial, como un baile para 2 500 personas (EL COMERCIO, 9 de septiembre), sino que el Municipio honre la memoria del Arq. Rodrigo Pallares Zaldumbide, con un monumento o plaza; que la ciudad establezca un seminario anual que lleve el nombre de Rodrigo Pallares donde se puede discutir el estado del Patrimonio y los siguientes retos; y que las universidades del país designen cátedras con su nombre para el estudio y formación de profesionales en políticas de protección patrimoniales.

Por último, hago votos para que nuestras autoridades locales, en honor a la labor desplegada por el Arq. Pallares, no permitan que un proyecto urbano necesario como el subterráneo de Quito, desplace una sola piedra, de la armonía y sobriedad del entorno de la Plaza de San Francisco, una de las plazas más antiguas de nuestra ecuatorianidad.

Suplementos digitales