En Vida, suele decirse para significar que los méritos de una persona deben ser reconocidos mientras vive y no cuando ha muerto y se convierte en un ser inerte que solo deja un imperecedero recuerdo a quienes gozaron de su amistad y cariño. Pues, por idiosincrasia parece que somos proclives a desmerecer a quienes con esfuerzo propio han logrado un sitial destacado dentro de la sociedad.
Todos conocemos casos de hombres y mujeres exitosos que a base de dedicación y sacrificio han logrado escalar los peldaños que ha impuesto el sistema para que una persona, muchas veces, sin el apoyo del Estado, sea un elemento positivo para el desarrollo de sus actividades en beneficio del bien común. Tal es el caso del señor Luis Mejía Cevallos que desde muy joven se inclinó por la actividad fotográfica, habiendo formado parte de los diarios y revistas más relevantes del país como EL COMERCIO, Vistazo, Hoy, y otros medios de comunicación del Ecuador y del exterior. Muchos fueron los riesgos a los que se expuso para cumplir su misión, especialmente y haciendo un poco de historia como las agresiones y carcelazos que sufrió en los velasquismos y en las dictaduras, pero que nada le arredró para ponerse en primer lugar y tener las exclusivas imágenes de los sucesos políticos. Varios fueron los estímulos que recibió por su denodada actividad periodística. Recordemos entre lo más destacado que alcanzó el Primer Premio del 1er Concurso Fotográfico organizado por la Casa de la Cultura por seis fotografías en blanco y negro que merecieron el aplauso unánime del jurado calificador del dos de abril de 1982. Hoy goza nuestro querido amigo Luis Mejía Cevallos, de un retiro silencioso entre sus familiares y allegados que tanto le quieren y respetan.