En calidad de ciudadano ecuatoriano, amigo y ex alumno de la Facultad de Derecho de la U. Católica debo expresar mi adhesión incondicional al homenaje del Dr. Ramiro Larrea, a quien le conocí un buen día del año 1981 cuando participaba en un concurso intercolegial de oratoria, representando al Colegio San José La Salle donde casualmente el doctor fue abanderado. Al culminar aquel discurso en el aula magna, logré darme cuenta que en algún momento conocería más sobre la ciencia jurídica. En 1985, después de acudir a un preuniversitario donde tan solo pasamos cerca de 40 personas, me matriculé tomando la materia de Derecho Político I y volvería a escuchar al maestro catedrático universitario católico y lasallano.
Un día cuando ya no estaba de estudiante, el doctor supo indicarme: Eduardo, tú no eres abogado pero eres un estudioso del Derecho.
Todos quienes estudiamos en el San José La Salle reconocemos en el Dr. Ramiro Larrea al maestro, al amigo y al jurista.
Al leer en Diario EL COMERCIO sobre su homenaje, me permito adherirme y solicitar muy comedidamente que nos permitamos reconocer en tan prestigioso magistrado un ejemplo de virtudes .