Se dice que los seres humanos son las criaturas más inteligente y capaces de racionalizar.
No obstante, el hecho que el hombre constituye la única amenaza a corto plazo para la habitabilidad en la tierra, dibuja una realidad muy distinta y obliga a reflexionar sobre la conveniencia de la subsistencia del hombre.
El abuso de los recursos naturales sigue sin disminuir, la contaminación aumenta desenfrenada y pronto el petróleo, la comida y el agua potable tendrán un precio tan alto que seguramente conducirá a combates por todo el mundo. Un futuro negro pero realista. Consta que la humanidad no es capaz de vivir en armonía con el planeta Tierra, el cual necesita una evolución de la vida sin autodestrucción, entonces excluyendo al hombre. Lo bueno de la inevitable extinción del hombre es que después todo el espacio terrestre sea el paraíso para las plantas y los demás animales. Un nuevo principio.